lunes, 4 de abril de 2011

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Bisutería étnica artesanal
Hace ya un tiempo dejé parte de mi vida en el hemisferio Norte  para instalarme en el del Sur. Comencé una nueva vida, o al menos una vida distinta, viviendo mi propia metamorfosis, como la libélula, frágil pero mutable y adaptable a los cambios que el entorno le presenta.

Descubrí un paisaje nuevo, de naturaleza exuberante, de mucho color. Me interesé por la artesanía, y en concreto por la bisutería artesanal y ecológica. Comencé comprando, incluso diría que acumulando o coleccionando, luego fui aprendiendo y copiando algunas de las técnicas (y lo digo con orgullo) y finalmente, también creando.

Sigo creando y produciendo cada pieza de forma artesanal y trabajo con artesanos que me atraen o me sorprenden con sus obras. 

Busco la naturalidad y la nobleza en la materia prima, casi siempre semillas de estas tierras, nobles como la tagua y el acaí ó semillas tan modestas como los  frijoles y las  pipas de melón.


Busco un reflejo del paisaje y la naturaleza en las formas y los colores. Busco la belleza, la sutileza, e intento atraer la suerte con la simbología de algunos elementos, ya sea a través de iconos de la mitología, o de materiales como el ámbar, famoso por sus poderes curativos, o de  alguna semilla o pluma de estas selvas. Mezclo las técnicas ancestrales con las nuevas para crear productos alternativos y coloristas, un poco étnicos, un poco hippies, un poco modernos y un poco ancestrales. Busco atraer y sorprender.

En algunas culturas se cree que la libélula es una especie de hada, mitad mariposa y mitad mujer y por ello se les considera símbolo de la feminidad, la belleza y la suerte.

Ójala que en todas las piezas de mi colección vosotros y vuestros clientes encontréis La Libélula Escondida.

Si estás interesado en adquirir alguna de nuestras piezas o recibir mayor información por favor escribenos a la siguiente dirección: 

lalibelulaescondida@gmail.com

1 comentario:

  1. Querida Montse, espero te llegue mi comentario, me gustan mucho los collares de Tagua, áun no decido el color, creó que me los llevaré todos.

    Un besos y un abrazo,

    Diana

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